domingo, 14 de diciembre de 2008

El devenir de la educación.

El tema del "cachete" está latente, de actualidad, debido a la pena que le ha sido impuesta a una madre por utilizar esta tradicional institución como método educativo. Esta pena, de alejamiento de un año y medio a la madre con respecto a su hijo, ha provocado mucha polémica, como supongo que hayáis visto, y no me resisto a dar mi opinión, aun sin ser un experto en psicopedagogía.

El progresismo sin control es lo que tiene. Tanta igualdad, tanto progreso, tanto talante, hace cuestionar cualquier método tradicional, no por ser más o menos efectivo, sino por ser eso, "tradicional". Esta sociedad que nos están imponiendo nadie sabe a donde va, solo se sabe que quiere cambiar. Cambiar todo, sin pensar en las consecuencias.

Vamos a ser un poco razonables. ¿Desde cuando pegar un cachete a un niño es violencia? De haber violencia, que se acredite, y entonces, por supuesto, que se proscriba. Pero es que por recibir un cachete el niño no respira violencia, dejémonos de tonterías. Otra cosa sería dar una paliza a un pobre crío, pegarle o agredirle, lo que sería un comportamiento vil que merecería la mayor de las penas. Pero un simple azote no es una agresión, no mezclemos churras con merinas.

Creo que sería conveniente analizar las consecuencias de dar o no un cachete a tiempo. Los adolescentes de hoy dan asco, son como niños repelentes que todo lo tienen, criados en un ambiente de dejadez, lo que se traduce inevitablemente en niños maleducados. Si al niño no se le riñe, pasa lo que pasa, que sale como sale. Y que a nadie se le olvide que son niños, que no razonan, que no se les puede argumentar, simplemente se les debe dejar bien claro, sin violencia, lo que se hace y lo que no. Si es sin azote, mejor, pero si no queda otra que recurrir al "sopapo" en el culo, no por ello vamos a estar hablando de un delito, como parece que piensan algunos.

En fin, sigamos así, que como diría aquél: "España va bien".

2 comentarios:

S6/13 dijo...

Totalmente deacuerdo.
Partiendo de que los padres de cualquier niño están educando a una persona sin que ellos hayan recibido formación previa de como hacerlo, hay que saber diferenciar en pegar a un niño gratuitamente y sin razón, a darle un cachete justificado. Los niños mismamente distinguen y no cuestionan el cachete, porque saben perfectamente que le han recibido por algo que han hecho ya no mal,si no con mala fé. Otra cosa distinta son las madres y padres que castigan físicamente a sus hijos en la menor ocasión, por cualquier desequilibrio emocional, por descargar su ira contra alguien indefenso o simplemente porque son unos hijos de puta maltratadores.
En su justa medida y en el ámbito familiar muchas veces un cachete les ayuda a comprender que su conducta no ha sido correcta, mientras que verbalmente te puedes sentar horas a hacerle comprender, pero evidentemente no están al mismo rasero intelectual que un adulto.
Eso si, en las escuelas no debe de haber ningún tipo de contacto físico.Un educador formado y profesional tiene la obligación de enseñar contenidos y valores relacionados con su campo y su capacidad como docente debe de ser más que suficiente para no tener que recurrir a ningún cachete y si me apuras hasta a ningún castigo.

Salci dijo...

Efectivamente... como se nota que eres un futuro educador ;)