martes, 7 de abril de 2009

Soy uno más: un anti-antis.

[Ya regreso tiempo después de mi última entrada. Es, creo, mi primera entrada en este 2009 que ya ha consumido sus tres primeros meses. Las razones de mi larga ausencia son principalmente dos: la primera, los examenes, que me ocuparon todo enero y la primera mitad de febrero; y la segunda, el trágico final de mi antiguo y querido ordenador, que no fue sustituido hasta la semana pasada. Así que con mi nueva herramienta de trabajo vuelvo a este blog con la intención de escribir al menos una vez por semana. Dicho queda.]

Me asombra la proliferación de gente incomprendida y protestona en estos últimos tiempos. A los antifascistas y antisistema, siempre presentes por desgracia, se unen últimamente los antibolonia. Bienvenidos estos últimos a nuestra sociedad, única en crear grupos de personas que rezuman ignorancia e insensatez por los cuatro costados.

Estos entes carentes de personalidad jurídica (y de razón) se caracterizan por su rechazo a algo. Los antifascistas son contrarios a la ideología fascista y para ello se muestran más fascistas que los propios fascistas, demostrando mediante la agresividad y el afán bélico que son unos verdaderos pacifistas antifascistas. De los de verdad. De los del "paz y amor". Luego los antisistema son contrarios al sistema capitalista. Son tan contrarios al sistema capitalista que qué mejor forma de ser coherentes con sus ideales que aprovechandose del tan criticado por ellos capitalismo para vivir de él. No trabajan ni aportan nada al sistema, sino que ocupan las casas que la sociedad, y no ellos, produce. Como diría Woody Allen, son un ejemplo para su raza. Y los últimos miembros (o miembras, ni lo sé) de este selecto club de incomprendidos son los antibolonia. Son contrarios al Plan Bolonia por alguna razón, probablemente porque el plan pretende que nos adaptemos al Espacio Europeo de Educación, o tal vez porque intenta crear un clima de esfuerzo y trabajo, a todas luces incompatible con los actuales estudiantes, rematadamente vagos por naturaleza. Por eso hay que atacar el Plan, más allá de que el actual, el del 2009, sea, con todos los respetos y perdón por la expresión: una auténtica mierda.

Yo no sé bien lo que es un fascista, ni lo que es "el sistema", ni tampoco lo que es el Plan Bolonia. Pero los "anti" tampoco lo saben, y eso sí que es pecado. Es más, ni siquiera saben que son como lo que critican. Los antifascistas son los más fascistas, los antisistemas los que mas necesitan al sistema, y los antibolonia... ¿Que voy a decir, si no sé lo que es el Plan Bolonia? Prefiero ahorrarme las protestas y procurar poner mi granito de arena en la sociedad aportando mi trabajo en forma de estudio. El estudiante debería dejarse de protestas y ocupaciones y dedicarse a estudiar. La misma palabra lo dice: estudiante, de estudiar. Pero no, en esta sociedad de contradicciones los estudiantes lo que buscan por encima de todo es no estudiar. No importan los medios, importa el fin: crear una sociedad de ignorantes. Y con los "antis" por bandera, ¡lo conseguiremos!

1 comentario:

Anónimo dijo...

"Los antifascistas son los más fascistas, los antisistemas los que mas necesitan al sistema, y los antibolonia..." ¿Y los "anti antis", no son los que más necesita a los anti algo? Si los antifascistas son más fascistas que los propios fascistas, tú también pecas de ser más "anti" que los propios "antis". El tema de las oposiciones y los opositores llega a ser un tanto absurdo, sólo pido que haya menos "ojoviguismo", que sólo vemos lo que hacen los demás.

Un saludo ;)