viernes, 31 de octubre de 2008

Los problemas de la Justicia (I): La independencia.

Llevo ya días intentando sin éxito sacar un poco de tiempo para hablar de la justicia. Al fin y al cabo es a lo que estoy condenado a dedicarme en cuanto acabe la carrera. Es un problema y gordo el que padece el que en teoría es uno de los poderes del Estado, pero tengo la sensación de que no hay ganas de solucionarlo. Menos aún en una época de crisis como ésta en la que solo se habla de economía.
En realidad yo no sé cual es la solución, pero está claro que la Justicia no funciona adecuadamente. Y la culpa no creo que la tengo la propia Justicia. Vamos a partir de una premisa del señor Rubalcaba: "Montesquieu ha muerto". La Justicia no es sino un poder integrado en otro, el ejecutivo, y nadie me va a convencer de lo contrario. Gran parte de los altos cargos del poder judicial son elegidos por el ejecutivo, y evidentemente los que se porten bien (políticamente hablando) llegarán alto. Los que no se alineen en torno a una corriente ideológica tendrán la conciencia muy tranquila pero las cuentas corrientes en peligro. Hablando en plata: si te marcas políticamente, los políticos te elegirán y así llegarás alto. Así es imposible la independencia judicial.
Una independencia judicial que desde mi punto de vista es necesaria. De nada me sirve que en unos tiempos y para unos sujetos la sentencia sea de un color, y en otros tiempos y para otros sujetos sea de otro. Por mucho que la señora De la Vega se empeñe en decir que "el Gobierno siempre actúa al amparo de la Ley", éste es un argumento que a mí, estudiante de Derecho, no me convence. Porque la Ley se puede leer de una manera o de otra según TÚ (ejecutivo) les digas como hay que leerla, y sin que sea necesario salirse de la Ley. Lo que pasa es que esto no lo sabe la gente, que se piensa que la Ley solo se puede leer de una manera concreta. NO. La Ley se puede interpretar de varias maneras, y quienes la aplican de una manera efectiva no son los jueces, son los políticos. Lo que en Penal se llama "autoría mediata".
Cuando hablo de todo esto, quede claro, me refiero a las decisiones importantes de la Justicia, que son las que realmente llegan al pueblo a través de los telediarios. Pueblo, perplejo y confundido, que tiende lógicamente a achacar la culpa a unos jueces que no pueden apartase, desgraciadamente, de la línea marcada por sus superiores.

Esto por un lado...

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